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Se profundiza la grieta dentro del FdT, con Máximo Kirchner a la cabeza

En un largo documento, Máximo Kirchner fundamentó los motivos por los cuales el kirchnerismo optó por darle la espalda al proyecto de ley que impulsaban Alberto Fernández y Martín Guzmán.

Se profundiza la grieta dentro del FdT, con Máximo Kirchner a la cabeza

Hace algunas semanas, el diputado Itai Hagman del Frente Patria Grande fue cuestionado por el líder de La Cámpora y también por su reemplazante en la presidencia de la bancada oficialista, Germán Martínez. Las críticas sobrevinieron porque Hagman reveló a la prensa que cerca de 30 diputados del FdT tenían pensado darle la espalda al proyecto.

Finalmente, fueron 41 los votos en contra del acuerdo. 28 votos negativos y 13 abstenciones.

El documento de Máximo Kirchner contra el acuerdo con el Fondo

En un largo documento de 15 carillas que se difundió desde el despacho de Máximo Kirchner, titulado “La vuelta del FMI a la Argentina”, el kirchnerismo duro fundamentó los motivos por los cuales ese espacio del oficialismo optó por darle la espalda al proyecto de ley que con tantas ansias impulsaban Alberto Fernández y Martín Guzmán.

“Resulta completamente desatinado aplicar un plan de ajuste en las actuales circunstancias del país”, alerta en las conclusiones el texto.

También advierte que “la aplicación de las políticas del presente acuerdo no sólo no van a solucionar ninguno de los problemas estructurales de la economía bimonetaria argentina, sino que los van a agravar”.

Se aclara que “el problema no es firmar con el FMI”, el problema es qué se firma”. Según afirman, “el reconocimiento de deuda obliga a abordar el tema más importante: quién va a pagar esta deuda contraída en forma tan irregular cuando, además, buena parte de la misma, fue fugada del país”.

El documento también expresa lo siguiente: “Para ello el Estado argentino, en sus tres poderes, cuenta con la suficiente información para elaborar alternativas justas y equitativas que impidan descargar sobre las espaldas del pueblo argentino, una vez más, el peso de una deuda que sólo aprovechan ínfimas minorías”.

Además, le marcan la cancha al Gobierno al sostener que “el reconocimiento de deuda” convalidado en el acuerdo con aval legislativo “no implica olvido de las responsabilidades que se están discutiendo en sede penal. También exigirá una actitud y un concepto diferente de estrategias de negociación en el marco de aquella revisión”.

El documento también usa los términos “cesión de la soberanía” y “cogobierno con el FMI”, por las revisiones trimestrales del organismo y la aplicación de políticas de ajuste. Se agrega, también, que el acuerdo no “asegura la sostenibilidad del endeudamiento luego de 2025”, momento en el que, una vez cumplido el período de gracia, se inicia la etapa de repago del endeudamiento con el FMI, casi en simultáneo en que comienzan a pagarse las amortizaciones de deuda a los acreedores privados.

Para finalizar, destacan que el acuerdo “no relega la corresponsabilidad del FMI en el financiamiento de la fuga de capitales entre 2018 y 2019″. Esto no es meramente simbólico sino que implica de manera directa que el organismo no haya realizado mayores esfuerzos para brindarnos un mejor´ acuerdo. El eventual fracaso de este acuerdo tendría nuevamente al FMI resguardado de responsabilidad y al Gobierno argentino como responsable”.

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